domingo, 14 de octubre de 2012

Monos


Haría bien la oposición en amarrar a esos personajes que, de tanto en tanto, sueltan tales disparates que uno termina por creer que tienen el encargo de sabotearse a sí mismos. Esos deslenguados, con poco o ningún cerebro, los tiene la oposición tanto dentro como fuera del país. Amarrarlos significa en la práctica desligarse de modo tajante de lo que aquellos expresan y representan, es decir, una concepción enteramente fascista de la política, de la sociedad y de los métodos válidos para hacerse con el control de la nación y de sus recursos. Nada de eso sucede. Tomemos como ejemplo reciente lo dicho por ese dinosaurio chileno con disfraz de diputado según quien los que votamos por Chávez somos monos. Estaremos todos de acuerdo en que no vale la pena gastar una sola letra en responder a semejante adefesio. En cambio, llama poderosamente la atención el poco interés de la dirigencia opositora en reaccionar ante tamaño dislate. Las víctimas del chileno no son realmente los votantes chavistas sino la propia oposición que permite que la asocien con un racismo que uno supone que no comparten. ¿O sí?

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